Les debemos el tiempo, al menos, un pedacito de él.
Pensando en el transcurso...escribo...
"Seres inundados de vida proclaman el día de la vida eterna el veinte de un mes seis en el año cero cero.
Poco más de diez minutos antes de las dos de la tarde, Rogelio Pérez muere de años de cansancio en esa misma ciudad.
Los seres inundados de vida deciden juntar un poquito de sus vidas y regalárselas a Rogelio Pérez proclamando así el día de la vida eterna.
Cada año, un día veinte de un mes seis, seres inundados de vida se reúnen para regalar a alguno de los suyos un poquito de vida, un poquito de su tiempo."
"Tiempo", 2010.
